PRIMERA LÍNEA

¿Armengol socialdemócrata?

Armengol socialdemócrata
Armengol socialdemócrata

El nuevo mantra lanzado por Ferraz a los cuatro vientos es que el PSOE ya es más socialdemócrata que nunca. A esto se le llama ir a rebufo del SPD y su reciente victoria en las Elecciones alemanas. El púlpito adecuado para tan preciado auto de fe ha sido el Congreso federal celebrado en Valencia y todos los barones-bufones han salido en tromba proclamando la noticia feliz. En el grupo de cabeza no podía faltar Francina Armengol.

Un centenar de socialistas liderados por Armengol han acudido al Congreso del PSOE diseñado para la adulación integral de su amado líder, Pedro Sánchez, conocido como Su Sanchidad. Tan integral es que hasta su icono por excelencia  los últimos 47 años, Felipe González, ha decidido estar ahí, solo que silenciando convenientemente su discurso crítico con la deriva del PSOE, en una bajada de pantalones con leves pellizcos de monja: «Digo lo que pienso y pienso lo que digo», «viva el régimen del 78» y bla bla bla.

Antes de partir camino ya de Valencia la secretaria general del PSIB-PSOE nos dejó unas palabras de aliento: «De este Congreso saldrá un partido aún más comprometido con los valores de la socialdemocracia que lo definen».
¿Qué entenderá Francina Armengol por socialdemocracia? Todos sabemos que desde la llegada al poder de Zapatero en 2004, lo poco que le quedaba al PSOE de socialdemócrata se quedó prácticamente en nada.

Se lo voy a explicar, despacito, a esta señora diseñada en las Juventudes de ERC. La socialdemocracia es una ideología que surge en Europa en la segunda mitad del siglo XIX para promover la justicia social, en el marco de una economía capitalista. Porque en su origen la socialdemocracia perseguía la transformación de la sociedad dentro del marco de la pequeña burguesía, y cuando triunfa la Revolución de Octubre en 1917, los díscolos deciden salir de los postulados socialdemócratas y fundar los partidos comunistas.

Conviene recordar que en el Congreso de Suresnes, en 1974, accede a la secretaría general Felipe González, mientras el PSOE continúa aferrado a las tesis marxistas. Y no será hasta 1979 que González borre el marxismo de las escrituras del PSOE, al objeto de acercarse a la socialdemocracia europea. Las siglas, PSOE, se acomodan así a lo que en 1869 era el Partido Obrero Socialista de Alemania, que posteriormente, acabada la Segunda Guerra Mundial, adoptaría el nombre definitivo de Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). ¿Por qué se produjo la escisión de los comunistas?

Porque su ideología era incompatible con la economía de mercado y más si cabe con ese marco de la pequeña burguesía en el que debía producirse la transformación de la sociedad. El problema del PSOE es que lleva cosido en su ADN la ideología marxista y así ha sido desde su fundación en 1879 hasta nuestros días, salvo el período 1979-2004, que fue una anomalía.

Cierto que muchos avances sociales contemplados en la socialdemocracia tienen que ver con las grandes palabras que sigue enarbolando el PSOE a pesar de su deriva suicida iniciada por Zapatero y acentuada por Sánchez, pero no lo es menos que en la práctica son dogmas antes que acuerdos, lo que acerca peligrosamente a este PSOE a los postulados comunistas.

Otra perla fraudulenta de Armengol: llega al afirmar que «este Congreso dará esperanza a la ciudadanía que tanto ha sufrido estos 20 meses». Muy leninista, muy Agenda 2030. ¿Qué pasa con la inseguridad jurídica en lo que a propiedad privada se refiere o el intento de borrar la burguesía que hoy encarnan los autónomos y pequeños empresarios? ¿Qué pasa con la justicia social que ha silenciado a menores tuteladas prostituidas o al derecho de los castellanoparlantes a emplear su lengua, que es cooficial? ¿Qué pasa con los más de 100.000 muertos y el hundimiento de la economía debido a la nefasta gestión de la pandemia por los socialistas?

¿Armengol socialdemócrata? ¡Carajo! Vaya con el dichoso mantra.

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